El CUIDADOR
El acto de atender, de tratar, de cuidar a alguien, recae en nuestras manos, muchas veces nos convertimos en pies y manos de otra persona, quizá sin ningún tipo de apego, ante muchas veces, escasez de medios y control total de nuestra emociones realizamos un CUIDADO como sí de nosotros mismo se tratara. El cuidador puede sufrir una serie de consecuencias, agotamiento emocional, conflictos interpersonales, falta de realización personal...por ello también necesita muchas veces un apoyo generalizado.